martes, 23 de diciembre de 2025

YA LLEGÓ LA NAVIDAD


Ya es Navidad. Yo no quería, pero… Navidad...ese concepto que nos venden como una mezcla de magia y purpurina, pero que en realidad es una milonga sustentada exclusivamente por el lomo de las mujeres. Porque admitámoslo: si las mujeres nos declaráramos en huelga desde hoy, el "espíritu navideño" se desvanecería más rápido que la credibilidad de tu cuñado aún sin haber bebido.

​El chantaje emocional (o "Piensa en los niños")

​Mi escepticismo resulta molesto, lo sé. Si decides plantarte, te cuelgan la etiqueta de "antisocial" antes de que termines de decir "no quiero poner el árbol". El chantaje es simple: ¿Eres buena madre? Entonces asfixia tu dignidad y celebra. No querrás que tus hijos vuelvan al colegio siendo los únicos bichos raros, ¿verdad?

​Así que tragas. Compras comida a precio de uranio enriquecido para que la mesa parezca un bodegón de revista, pintas nieve artificial en las ventanas y te compras una sombra de ojos con más brilli-brilli que una bola de discoteca. Todo para que, como decía Mary Poppins, "con un poco de azúcar" la píldora pase mejor. El problema es que el azúcar no disfraza el ataque de pánico que te da al recordar que tienes que cenar con tu prima Fulanita…

​La liturgia del jamón y el cuchillo largo

​Hablemos de la "Institución Familiar". Esa entidad sagrada que, según la Biblia (o el catálogo de El Corte Inglés), hay que venerar por encima de tu salud mental. Da igual que no llegues a fin de mes; hay que aparentar. Hay que poner marisco.

​Y, por supuesto, hay que tener un jamón en la encimera. ¿Qué les pasa a los hombres con el ritual del corte? ¿Es una cuestión de estatus? ¿No eres un macho alfa si no blandes un cuchillo de treinta centímetros mientras sujetas una cerveza? Sospecho que el tamaño del cuchillo compensa otras carencias de las que no tengo tiempo de investigar ahora.

​La dictadura de la felicidad obligatoria

​La Navidad es el juego de perfeccionamiento del arte de mirar hacia otro lado. Es la hipocresía elevada a la máxima potencia. Los anuncios te dicen qué comer, qué vestir y, lo más aterrador, qué sentir. Nos quieren aborregados. Da igual si eres más rojo que el traje de Papá Noel: en diciembre, vas a consumir y vas a sonreír aunque no tengas calefacción en casa.

​No se te ocurra hacer experimentos. No pruebes a pasar unas Navidades sin adornos ni cuñados. Si lo pruebas y descubres que se vive mejor en una cueva, no habrá marcha atrás, y el sistema no puede permitirse perder a otra obrera de la Navidad.

​La cara B: Violencia y siestas

​Mientras los telediarios abren con el GPS del trineo de los Reyes Magos, la realidad sigue ahí. La violencia contra las mujeres no se toma vacaciones. Y no hablo solo de la punta del iceberg. Hablo de esa misoginia de baja intensidad de los hombres que se sorprenden cuando su madre abre un regalo que ellos ni sabían que existía.

— "¿Qué 'le hemos' comprado a mi madre, cariño?"— preguntan, mientras practican el "nosotros" inclusivo más falso de la historia.

​Después, ellos se entregan a la siesta sagrada mientras la "bendita mujer" recoge la mesa, atiende a los niños y a la familia propia y la política y así mantiene el decorado en pie. Es para daros el pésame, de verdad.

​Conclusión: Yo me cago en la tradición

​Mi suegra decía que tenemos suerte de no tener que ir al río a lavar la ropa. Parecía que deseara que tuviéramos que hacerlo. Yo aspiro a que mis hijos tengan la suerte de vivir en una sociedad laica y que les venga dado no estar bajo estas estructuras de control.

Las comidas de Navidad son el escenario de un teatro. La anfitriona como guardiana del ritual, la performance de garantizar que todo parezca mágico y espontáneo aunque detrás haya horas y horas de planificación invisible que los invitados consumen pero no ven. El sacrificio de tu propio espacio, esa servidumbre voluntaria donde tu éxito se mide por el bienestar ajeno…El buen gusto, la presión estética (nada de cenar en nochebuena con un chándal y la cara lavada). Y hay que evitar conflictos, ser diplomática, acordarse de anécdotas de los suegros o los sobrinos, mantener una conversación fluida y divertida…ese es tu guión en la performance navideña. Y más cosas de las que no me quiero acordar. Carga mental, emocional, física, estética y económica. Somos las encargadas de mantener la tradición. El calor del hogar.

​Quiero abolir la Navidad. No solo por feminismo, ni por falta de fe, sino por higiene mental. Por dejar de ser borregos que cierran los ojos ante el lavado de cerebro institucional. Pero como sé que este año también vas a acabar comprando lotería y aguantando el tipo...

​En fin, lo dicho: Feliz Navidad.



sábado, 20 de diciembre de 2025

SOBRE EL LIBRO TEORÍA FEMINISTA. DE LA ILUSTRACIÓN A LA GLOBALIZACIÓN.

Me he pasado unas cuantas semanas leyendo Teoría Feminista: de la Ilustración a la globalización. El feminismo en tres siglos ha sido y está siendo tan prolífico que siempre tengo la sensación de que no voy a vivir lo suficiente para leer todo lo que quiero leer y aprender todo lo que quiero aprender. Son tres volúmenes. Son tochos, no lo voy a negar, lleva su tiempo. Pero como siempre, he acabado robándole tiempo a otras cosas para seguir ese impulso que te da empezar a leer y no sólo abstraerme en el feminismo con su historia, cargada de épica, la épica feminista, que tanto calor ofrece, como para aprender cómo y por qué se dieron tantas corrientes del feminismo, las ideas que el feminismo adaptó para su teoría de otros movimientos sociales, de cuántas imposiciones se deshizo y todas las “alianzas ruinosas” -como dice Celia Amorós- que nos enseñaron que el feminismo por sí solo es capaz de transformar el mundo. 
Otra cosa que ya sospechaba y he confirmado con esta lectura es que si no fuera por la poca cuenta que nos tienen a las mujeres, si las mujeres filósofas tuvieran la misma carga de influencia que han tenido y tienen los varones filósofos (por razones que a ninguna se nos escapan) el mundo tendría otro color.

Es una obra coral, aunque Celia Amorós y Ana de Miguel la hayan editado, hay muchos nombres que han participado en su elaboración.

Lo mío no es hacer reseñas, para eso hay que ser muy concisa y no es una de mis virtudes así que me voy a limitar a poner la sinopsis y un esquema de los libros. Al lío. 

Sinopsis: 
En la teoría feminista se plasman los efectos reflexivos de las luchas de las mujeres por su liberación. Esta teoría tiene una tradición de tres siglos. No es un pensamiento lineal ni homogéneo, lo que está en consonancia con la complejidad y variedad de estas luchas, cuyas dinámicas son diferentes de acuerdo con la especificidad de los grupos de mujeres que las protagonizan y de su contextos históricos. Sin embargo, ha sido posible reconstruir los principales ejes temáticos y las modulaciones más significativas de esta tradición de pensamiento, que lo es, en cuanto que tiene sus referentes clásicos y sus propias fuentes de autoridad conceptual: en suma, sus liderazgos epistemológicos ligados con sus liderazgos políticos. 
La globalización con su fluidificación de las fronteras, nos exige elaborar una agenda feminista global acorde con sus exigencias. Los movimientos queer ponen en cuestión las fronteras entre los géneros, llevando a debate este mismo concepto; en los países que han sufrido la colonización de Occidente se genera un feminismo con modulaciones propias, el “feminismo postcolonial”; los ecofeminismos dan forma a la convergencia de ciertas perspectivas feministas y la problemática ecológica; la feminización de los “flujos migratorios” vuelve apremiante la contrastacion de los Derechos Humanos de las mujeres con el fenómeno de la multinacional idas. Nuestro acceso a las nuevas tecnologías (ciber feminismo) nos implica en alianzas con nuevos sujetos emergentes y las nuevas relaciones entre capital y trabajo en la era global están implantando un nuevo orden del genero: la teoría feminista se está haciendo cargo, así, de un material ingente de refleión. 
Celia Amorós Puente, catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED, que dirige desde 1990 el curso “Historia de la teoría feminista” del instituto de Investigaciones Feminista de la Universidad Compñutense; y Ana de Miguel Álvarez, profesora titular de Sociología del género en la Universidad de la Coruña, estuidiosas de los movimientos sociales, son las editoras de esta obra editada en tres volúmenes en la que colaboran prestigiosas autoras. 


Teoría feminista. De la Ilustración a la globalización. Volumen I. De la ilustración al Segundo Sexo.



INTRODUCCIÓN. TEORÍA FEMINISTA Y MOVIMIENTOS FEMINISTAS (Celia Amorós y Ana de Miguel Álvarez)
El feminismo como teoría crítica
“Lo que no es tradición es plagio”
La labor de Penélope y Sísifo en la teoría feminista. Por una despenelopización de la historia de la teoría feminista. 
Vindicación y crítica al androcentrismo
La teoría feminista como crítica antipatriarcal
¿”Partir de sí” versus tradición?
Las redes del movimiento feminista: políticas de redefinición y políticas reivindicativas. 
Políticas reivindicativas y políticas de redefinición
La primera ola: las políticas de inclusión en la esfera pública
La segunda ola: la politización de la esfera privada: hacia una redefinición de la política
La tercera ola: la redefinición de las fronteras de lo público-privado y la articulación de la diversidad. 
Las redes del movimiento y la subversión cultural de la realidad en la era de la información. 

FEMINISMO E ILUSTRACIÓN. (Celia Amorós y Rosa Cobo)
Ilustración y contractualismo
De los “memoriales de agravios” a las vindicaciones. Christine de Pizan
De la reforma de las ciencias a la reforma social. 
El método como salud moral y las mujeres como sujetos emergentes
Rousseau versus Poullain de la Barre
La noción de “estado de naturaleza”
      II. La Revolución Francesa. Mary Wollstonecraft y la Vindicación de los Derechos de la Mujer. 

La crisis de legitimación patriarcal. 
La resignificación del lenguaje revolucionario. 
      III. Mary Wollstonecraft y Vindicación de los Derechos de la Mujer: el acta fundacional del feminismo. 

El análisis de las experiencias vitales en clave ilustrada. 
De la crítica del prejuicio al elogio de la razón
De la ontología a la educación: el debate con Rousseau
Las falacias de la misoginia
La unidad de la virtud
El debate político

LA ILUSTRACIÓN DEFICIENTE. APROXIMACIÓN A LA POLÉMICA FEMINISTA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII. (Olivia Blanco Corujo)

Primera oposición: Opinión/verdad
Segunda oposición: Moral/Política
Tercera oposición: Placer/Trabajo
Cuarta oposición: Educación/Cultura

EL FEMINISMO EN CLAVE UTILITARISTA ILUSTRADA: JOHN S. MILL Y HARRIET TAYLOR MILL (Ana de Miguel Álvarez)

La sujeción de la mujer: un ensayo para la lucha política
.El feminismo en la tradición utilitarista
La lucha contra el prejuicio
Argumentos contra la ideología de la naturaleza diferente y complementaria de los sexos
. El argumento del agnosticismo
. El argumento empírico
. El argumento de la universalidad de la condición humana. 
Argumentos sobre el feminismo y el progreso de la humanidad
. El argumento de la competencia moral o la familia como escuela de igualdad. 
. El argumento de la competencia instrumental
. El argumento de la compañera. 
A título de conclusión: la defensa del voto femenino en el Parlamento. 

HUMANISMO ILUSTRADO-LIBERAL EN LA EMANCIPACIÓN DE LAS MUJERES Y SU ENGRANAJE MASÓNICO EN ESPAÑA. (María José Lacalzada de Mateo)

Introducción: ¿Qué entendemos por Humanismo Ilustrado Liberal?
La Universidad Libre de Bruselas, bisagra de unión entre el Humanismo Liberal y el Masónico. 
¿Qué es la masonería?
. La mujer masona que hace de su casa un templo
. La mujer masona que asume la perfectibilidad humana
. Epílogo. 


EL SUFRAGISMO. (Alicia Miyares)
1848: El manifiesto de “Séneca Falls” o “Declaración de Sentimientos”
Sufragio y socialismo

LA ARTICULACIÓN DEL FEMINISMO Y EL SOCIALISMO: EL CONFLICTO CLASE-GÉNERO (Ana de Miguel Álvarez)
Flora Tristán, el giro de clase de una Ilustrada
El relato fundacional de Engels: la “armonía preestablecida”
Clara Zetkin, los intereses de clase separan a las mujeres. 
La mujer nueva: el feminismo marxista de Alejandra Kollontai.
La situación de las mujeres en el capitalismo: la importancia de este análisis
La crisis sexual
. La revolución de la vida cotidiana
Unos apuntes sobre la relación entre el anarquismo y el feminismo. 

EL FEMINISMO EXISTENCIALISTA DE SIMONE DE BEAUVOIR. (Teresa López Pardina)
El lugar de El Segundo Sexo en la historia del feminismo. 
La categoría de Otra como caracterización de las mujeres. 
El método regresivo-progresivo en el análisis de la condición femenina. 
El neo-feminismo de Beauvoir en los 70 y la influencia de su pensamiento en la Tercera Ola. 
. El género es una construcción cultural
. El handicap de la maternidad
. El trabajo fuera del hogar. 
Interpretaciones y críticas al feminismo de Beauvoir en las dos últimas décadas del siglo XX.


TEORÍA FEMINISTA. DE LA ILUSTRACIÓN A LA GLOBALIZACIÓN. VOLUMEN II: DEL FEMINISMO LIBERAL A LA POSMODERNIDAD. 




EL FEMINISMO LIBERAL ESTADOUNIDENSE DE POSGUERRA: BETTY FRIEDAN Y LA REFUNDACIÓN DEL FEMINISMO LIBERAL. (Ángeles J. Perona)

LO PERSONAL ES POLÍTICO: EL SURGIMIENTO DEL FEMINISMO RADICAL. (Alicia H. Puleo)
Origen y principales rasgos del feminismo radical
La “Política sexual” de Kate Millet. (1934, St. Paula, Minnesota)
2.1. Aciertos y derivas de Germaine Greer
2.2. Balance final. 

“LA DIALÉCTICA DEL SEXO” DE SHULAMITH FIRESTONE: MODULACIONES FEMINISTAS DEL FREUDO-MARXISMO. (Celia Amorós)
Introducción
El feminismo como proyecto radical
De Simone de Beauvoir al paradigma de las castas. Autoubicación de Firestone en la tradición feminista. 
El feminismo como alternativa global
Feminismo y Freudismo. La izquierda freudiana
Infancia y feminidad en Firestone
Racismo, amor y sexismo en Firestone
La cultura en Firestone

LA TEORÍA DE LAS MUJERES COMO CLASE SOCIAL: CHRISTINE DELPHY Y LIDIA FALCÓN. (Asunción Oliva Portolés)
Christine Delphy: ¿Feminismo materialista o feminismo marxista?
El trabajo doméstico como base de la explotación de las mujeres: capitalismo y Patriarcado. 
Holismo e ideología naturalista 
Sexo, género, patriarcado
Antidiferencialismo y antiesencialismo
Lidia Falcón: la explotación de la mujer a la luz del materialismo dialéctico. 
El modo doméstico de producción: ¿Relaciones de producción o relaciones de reproducción?
La pervivencia del modo doméstico de producción a través de la historia. 
¿Por qué las mujeres no tienen conciencia de clase?
Conclusión. 

EL FEMINISMO SOCIALISTA ESTADOUNIDENSE DESDE LA “NUEVA IZQUIERDA”. LAS TEORÍAS DEL SISTEMA DUAL (CAPITALISMO + PATRIARCADO) (Cristina Molina Petit. 
Los antecedentes en la tradición socialista comunitaria: las “feministas materialistas”
De “la cuestión de la mujer” a la cuestión feminista. Teorías y experiencias. 
El matrimonio desgraciado entre marxismo y feminismo. La ceguera al sexo de los análisis marxistas. La necesidad de un sistema Dual. 
Teorías del sistema Dual. Diferencias y conexiones entre los dos sistemas. 
El sistema patriarcado. La ampliación y redefinición de las categorías marxistas. 
En busca de la base material del patriarcado
El feminismo socialista y el socialismo hoy. 

TEORÍA DEL FEMINISMO RADICAL: POLÍTICA DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL. (Kathleen Barry, traducción de Ramón del Castillo)
Teoría originador a versus teoría derivada. 
Hacia una teoría de la dominación sexual
Utopismo feminista. 

DEBATES EN TORNO AL FEMINISMO CULTURAL. (Raquel Osborne)
La agresividad sexual masculina y la dulzura femenina
Implicaciones del pensamiento dicotómico: el caso de la mujer versus el hombre y de la naturaleza versus la cultura
Sobre esencias, separatismos y superioridad femenina
La “nueva” definición de la mujer como madre. 
¿Heterosexualidad versus lesbianismo?

LA DIFERENCIA SEXUAL COMO DIFERENCIA ESENCIAL: SOBRE LUCE IRIGARAY (Luisa Posada Kubissa)
Diferencia, deconstrucción, diseminación y espejo: una primera aproximación al entorno teórico de Luces Irigaray. 
Deseo, identidad y diferencia de los femenino: el feminismo de Luce Irigaray como desvelamiento del Ser (femenino)
Objeciones a Irigaray y algunas notas sobre otros lugares de la diferencia sexual francesa: de la écriture fémenine a lo femenino como significante. 

EL PENSAMIENTO DE LA DIFERENCIA SEXUAL: EL FEMINISMO ITALIANO. LUISA MURARO Y EL ORDEN SIMBÓLICO DE LA MADRE. (Luisa Posada Kubissa)
La diferencia en el feminismo: algunas notas sobre el feminismo francés de la diferencia. 
El feminismo italiano de la diferencia: auto-historia y planteamientos. 
Diálogo crítico con Luisa Muraro. 

FEMINISMO Y POSMODERNIDAD: UNA DIFÍCIL ALIANZA. (Seyla Benhabib)
La alianza feminista con la posmodernidad. 
El escepticismo feminista hacia la posmodernidad. 
El feminismo como crítica situada
El feminismo y la renuncia posmoderna a la utopía. 


TEORÍA FEMINISTA. DE LA ILUSTRACIÓN A LA GLOBALIZACIÓN. VOLUMEN III. DE LOS DEBATES SOBRE EL GÉNERO AL MULTICULTURALISMO



DEBATES SOBRE EL GÉNERO. (Asunción Oliva Portolés)
Lingüística y género
Constitución del género como categoría analítica en Kate Millet y Gayle Rubin
Deconstrucción del género: crític a la heterosexualidad obligatoria y al esencialismo
¿Género o patriarcado?

EL FEMINISMO DE NANCY FRASER: CRÍTICA CULTURAL Y DE GÉNERO EN EL CAPITALISMO TARDÍO. (Ramón del Castillo)
Política y discursos sobre las necesidades
1.1. Enmiendas a Habermas: género e instituciones sociales
1.2. Politización y reprivatización de los discursos sobre necesidades.
Identidad y diferencia. Feminismo particularismo y universalismo. 

DEL ECOFEMINISMO CLÁSICO AL DECONSTRUCTIVO: PRINCIPALES CORRIENTES DE UN PENSAMIENTO POCO CONOCIDO. (Alicia H. Puleo)
Los motivos del encuentro entre feminismo y ecología
El surgimiento de la primera forma de ecofeminismo. 
Los ecofeminismos espiritualistas del Tercer Mundo y la problemática social. 
La perspectiva constructivista de las identidades: ambientalismo y ecofeminismo. 
El problema de la praxis
El ecofeminismo como nuevo proyecto ético y político.

EL FEMINISMO POSTCOLONIAL Y SUS LÍMITES. (María Luisa Femenías)
Introducción
La antesala: el pensamiento postcolonial
El feminismo postcolonial
El feminismo postcolonial de G. Ch. Spivak. 
Feminismo ¿Postcolonial? En África y China. 
América Latina y el feminismo postcolonial.
Identidad y contra-identidad
Identidad nacional y comunidad internacional. 
Hibridación o mestizaje
El problema del reconocimiento
La traslación de las categorías
Universalidad concreta versus Universalidad abstracta. 
Críticas al feminismo postcolonial. 
CONCLUSIONES

FEMINISMO Y MULTICULTURALISMO. (Celia Amorós)
Ilustración, feminismo, anticolonialismo. 
Acerca de incómodos acomodos discursivos: ¿Pensar el feminismo desde el multiculturalismo?
El multiculturalismo y el concepto de cultura
El sesgo de género de la “identidad cultural”
Una sobrecarga de identidad
“No se discuten las reglas de la tribu”
Sobre Ilustración e Ilustraciones.
Notas sobre el “feminismo islámico”
La búsqueda de una “modernidad alternativa” y las paradojas de la Ilustración inducida. 
Una hermenéutica ilustrada del texto sagrado
De la “universalidad sustitutoria” a una “universalidad interactiva”
Trinchar el ave (rroes) por sus coyunturas naturales. 
ILUSTRACIONES y feminismos. 

GLOBALIZACIÓN Y NUEVAS SERVIDUMBRES DE LAS MUJERES. (Rosa Cobo)
Globalización: un concepto polivalente
Capitalismo global y exclusión social
¿Una nueva cultura global?
Los Programas de Ajuste Estructural 
Mujeres y globalización: historia de un “silencio conceptual”
Primero la familia y después el trabajo: impuesto reproductivo y plusvalía de dignidad genérica. 
Aumento del trabajo gratuito de las mujeres. 
Segregación genérica del mercado global de trabajo
De la feminización de la pobreza a la “feminización de la supervivencia”
A modo de conclusión. 

GLOBALIZACIÓN Y ORDEN DE GÉNERO. (Celia Amorós)
La globalización: una cabeza de Medusa. 
Un nuevo paradigma tecnológico. 
El triunfo de la “perestroika capitalista”
Los “flujos” descodificados en la era de la globalización
Un mundo de ganadores y perdedores
La “economía del trabajo doméstico fuera del hogar”
Estados del Bienestar y salario familiar
Salario familiar y “mujer doméstica”
El capitalismo rifa, el patriarcado distribuye boletos
Un pacto patriarcal interclasista
Del salario familiar a las “proveedoras frustradas”
Del empresario calvinista a la cultura del hacker. 
Salario familiar y salario patriarcal
Del trabajo doméstico fuera del hogar al trabajo extradoméstico dentro del hogar
La feminización del trabajo: de la clave literal a la metafórica. 

SUJETOS EMERGENTES Y NUEVAS ALIANZAS POLÍTICAS EN EL “PARADIGMA INFORMACIONALISTA” (Celia Amorós)
Modelos epistemológicos y sujetos emergentes. 
El cyborg como figuración de las nuevas subjetividades políticas
Excursus: tecnologías comunicativas y formas de la subjetividad
Versus la “totalidad orgánica”
Versus la teleología apocalíptica: los monstruos como imaginario de la globalización. 
Apuntes ontológicos para una teoría de las alianzas políticas
¿Espacios alternativos en la era de los monstruos?
Articulaciones versus vanguardias
¿Una nueva ontología del presente?


A mí me parece un menú estupendo para estar al día de lo que “se ha cocido” en el feminismo y lo que se está guisando en estos momentos. Desde luego ha sido un viaje con todo incluido que me ha proporcionado no pocos argumentos para esos debates que ya tuve y en los que no tenía suficientes armas para defender al feminismo como se merece. Ahora tengo algunos más aunque me quede mucho por aprender. No puedo dejar de agradecer a esas mujeres que se leyeron a esos hombres que yo no pienso leer porque ellas me lo explican. Y también agradecer a esas mujeres que analizan tantos temas que, acabas este libro y sabes un poco más de economía, de geopolítica, de filosofía y, por supuesto, de feminismo. Podría hablar horas de esta obra pero me voy a callar y a reposar todo lo que he aprendido, a estar ya segura de qué corriente del feminismo me convence, y cuál me causa cierto rechazo. En cierto modo me he reconciliado con el feminismo comunista y me causa rechazo el postcolonialismo, el multiculturalismo y el queerismo. Y aún estoy que no salgo de mi asombro con ciertas cosas. Os invito a cargaros de argumentos y conocimiento de causa, de conocer más en profundidad a nuestras referentes y cómo pensaban y escribían. 

Y ya está, este es mi resumen: el libro que terminas, te deja un poco huérfana pero sabes que volverás a leer. 

sábado, 6 de diciembre de 2025

SOBRE EL ORIGEN DEL 25N




                              Origen feminista del 25N



El 25 de noviembre de l960 el dictador de República Dominicana Leónidas Trujillo mandó asesinar a las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa. Las detuvieron en el camino a la prisión en donde estaban sus maridos encarcelados. Ellas habían salido de la cárcel. Todos pertenecían al Frente Democrático opositor al dictador. Se piensa que el permiso que se les dio para visitarles era una celada. Las torturaron, y ya asesinadas fueron arrojadas por un precipicio para simular un accidente. 


Trujillo era un maltratador y violador de niñas a las que invitaba a palacio. Minerva se había negado en un baile a sus deseos. (La Fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa y En el tiempo de las Mariposas, Julia Álvarez). Por su belleza eran conocidas como las Mariposas.


En 1981, se celebró en Bogotá el I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. La representación dominicana propuso que cada 25 de noviembre se denunciará la violencia contra las mujeres en memoria de las hermanas Mirabal. Desde entonces se fue extendiendo la fecha por toda América Latina y la OEA la institucionalizó. En el 1992  El Anuario Hojas de Warmi, revista feminista de la Universidad de Barcelona UB,  publicó esta historia, y el movimiento feminista desde esa fecha comenzó a manifestarse en España contra la violencia machista. En 1999 NN.UU también la declaró Día Internacional contra La Violencia de Género.


A veces se olvida que fue una propuesta del Movimiento Feminista Latinoamericano y se atribuye a NN.UU. Recordar la historia fortalece la genealogía feminista. 


Lola G. Luna

Historiadora feminista 

Profesora americanista UB, Jubilada

25N 2025 

martes, 25 de noviembre de 2025

SOBRE LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN

La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más extendida, generalizada y normalizada del mundo. 

Una mujer de cada tres ha sido víctima de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida. 

La violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye: actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, violación, matrimonios forzados, acecho callejero, acoso virtual, trata de seres humanos (esclavitud y explotación sexual - sí, si acudes a la prostitución también estás ejerciendo violencia contra las mujeres-)


Desde 1993 la ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción, o la privación de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”


La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar la igualdad, desarrollo, paz 

y el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. 

Nuestra sociedad vive inmersa en la cultura de la violación. La cultura de la violación es un concepto que describe un entorno social en el que la violencia sexual se normaliza, minimiza e incluso se justifica mediante actitudes y creencias sobre el sexo y la sexualidad. Es un problema social y cultural aceptado y normalizado por actitudes sociales. 


Cultura de la violación es culpar a la víctima por cómo iba vestida o por pasear sola. “Iba vestida de forma provocativa”, “Estaba borracha, se lo buscó”, “¿Por qué no se resistió más?”.

 

Cultura de la violación es banalizar la violencia, negarla o no reconocer el daño. A veces se resta importancia a la violación y a otras formas de violencia sexual, tratándolas a veces como un “malentendido”, un chiste o simplemente “cosas que pasan”. 


Cultura de la violación es justificar la prostitución como un mal menor para prevenir el aumento de las violaciones.


Cultura de la violación es no hacer nada y además justificarlo cuando se es testigo de un acto de violencia.

 

Cultura de la violación es asumir que la violencia sexual es irremediable, no tiene solución.


Cultura de la violación son ideas como “si quieres que te respeten, no te vistas así”, “los hombres no saben controlarse”, “cuando ellas dicen NO, quiere decir que lo sigas intentando”, “ella se lo buscó” o “algo habrá hecho”.


Cultura de la violación es decir que el violador es un “monstruo” o un “enfermo”. Esto es ocultar que la mayoría de las agresiones son cometidas por personas conocidas por la víctima.

 

Cultura de la violación es hacer chistes y comentarios degradantes sobre el cuerpo, la sexualidad y la violencia hacia las mujeres. Esto contribuye a normalizar la violencia. 


Para acabar con la cultura de la violación hay que romper el silencio y retirar la palabra a los amigos que violentan verbal o físicamente a alguna mujer de su entorno. Hay que acabar con la impunidad de los agresores que saben que todos los mitos sobre la violencia hacia las mujeres hacen dudar a la sociedad sobre el testimonio de las víctimas. Hay que poner el foco y la responsabilidad siempre en la persona que comete la agresión.


Para acabar con la cultura de la violación hay que expulsar de cada grupo a quien comparta imágenes degradantes de mujeres y niñas.


Para acabar con la cultura de la violación hay que condenar las noticias sobre agresiones y feminicidios como lo harías con cualquier otro tipo de crimen violento.


Para acabar con la cultura de la violación hay que denunciar a quien comparte imágenes de abusos sexuales 


Para acabar con la cultura de la violación hay que romper el silencio y no negar, infravalorar ni menospreciar las denuncias y las violencias.


Si piensas que ella “se lo buscó por cómo iba vestida” estás promoviendo la cultura de la violación. La ropa no es una invitación ni una justificación. El deseo de agredir está en el agresor, no en la vestimenta de la víctima. 


Si piensas que no fue violación porque ella estaba borracha o se había drogado estás promoviendo la cultura de la violación. Una persona borracha o bajo los efectos de sustancias no puede consentir. El agresor aprovecha este estado para cometer una agresión sexual. 


Si piensas que porque una persona es sexualmente activa, en realidad quería sexo estás promoviendo la cultura de la violación porque el historial sexual de una persona es irrelevante. El consentimiento debe ser dado para cada acto sexual específico. La promiscuidad (sea o no sea real) no equivale a un consentimiento para siempre. 


Si piensas que porque no hubo una resistencia física activa y visible no es violación estás promoviendo la cultura de la violación porque las reacciones de las víctimas son diferentes. La respuesta de lucha, huida o congelamiento es automática. La parálisis es muy común y no indica consentimiento. 


Si piensas que la violación es un crimen pasional y que el deseo sexual de los hombres es incontrolable estás promoviendo la cultura de la violación porque la violación es un crimen de poder, dominación y violencia, no de sexo. Pretende humillar, controlar y ejercer poder. 


Si piensas que los violadores son desconocidos que atacan en callejones oscuros estás promoviendo la cultura de la violación. Infórmate, porque la mayoría de las agresiones sexuales son cometidas por alguien conocido por la víctima.


Si piensas que los hombres que están casados o tienen una relación no pueden violar a sus parejas estás desinformado y promoviendo la cultura de la violación porque la violación dentro del matrimonio o en una relación de pareja es una realidad social y legal. 


Si piensas que muchas mujeres mienten sobre la violación, por despecho o para obtener ventajas, estás promoviendo la cultura de la violación porque las denuncias falsas de agresión sexual son extremadamente bajas e insignificantes frente a la altísima tasa de no denuncia de las víctimas reales. 


Si piensas que si una víctima que espera para denunciar no puede haber sido realmente agredida estás promoviendo la cultura de la violación porque denunciar es un proceso difícil y a menudo traumático. Las víctimas tardan días, meses o años en denunciar por miedo, vergüenza, shock o por la hostilidad del sistema y de su entorno. 


Si piensas que si la víctima no tiene heridas físicas visibles no puede haber sido agredida estás promoviendo la cultura de la violación porque el trauma psicológico suele ser la evidencia principal. Además, muchas agresiones se basan en la coacción, la intimidación o la manipulación emocional y no deja marcas visibles.



Todos estos mitos y patrones tienen un altavoz cultural que engloba los medios de comunicación, el cine y la música entre otros. 


Es tristemente habitual ver como los medios de comunicación, al cubrir casos de violencia sexual caen en prácticas que refuerzan estos mitos de la cultura de la violación. Culpabilizan a la víctima, minimizan la gravedad de la agresión usando un lenguaje que no ayuda a sensibilizar a la opinión pública y presentando al agresor como una víctima de las circunstancias. Utilizan a menudo detalles morbosos o despojan a la víctima de su dignidad reduciéndola a un objeto mediante descripciones innecesarias. También presentan a los violadores como monstruos o extraños que acechan en la oscuridad.


Se construyen imaginarios sociales a través del cine y las series de televisión que también, por desgracia y con demasiada frecuencia reproducen estos mitos. A menudo se presenta la resistencia o negación de un personaje femenino como un juego que debe ser superado por la insistencia o la fuerza del hombre, dando el mensaje de que las mujeres desean ser forzadas y esto provoca que se normalicen estas situaciones como algo erótico cuando en realidad es una agresión. 

Utilizan la violación como parte del desarrollo del personaje masculino pasando por alto el trauma de la víctima. Se convierte en un recurso argumental que a menudo sirve para mostrar la maldad del personaje masculino o para motivar la venganza del personaje femenino. Se olvida la sensibilidad necesaria para tratar las agresiones sexuales y, por supuesto, se pasa por alto el rigor necesario que el tema precisa. 

El cine y las series presentan a las mujeres como recompensas para el protagonista y eternamente accesibles porque solo se presenta la perspectiva masculina. La mujer es un objeto. 

El embellecimiento de la violencia sexual es extremadamente preocupante. Se minimiza la brutalidad y el dolor, se presenta la violencia sexual de forma estética y esto contrubuye a su normalización. 


En cuanto a la música y los videoclips, podrían ser una poderosa arma para desmantelar todos estos mitos pero por el contrario, a través de ellos se difunden los roles de género estereotipados y se hace uso de una violencia que promueve, normaliza y romantiza la cultura de la violación. El lenguaje que se utiliza cosifica a las mujeres, las reduce a objetos sexuales y hacen ostentación de la dominación. Muestran a las mujeres en posición de sumisión y vestidas para atraer la mirada masculina mientras los hombres se presentan como activos, poderosos y dominantes. Tanto las letras como las narrativas de los videoclips muestran al hombre controlando, humillando o castigando a la mujer para reafirmar su poder y su masculinidad. 


No nos podemos olvidar del papel que juega la publicidad en sostener la cultura de la violación. Su objetivo es vender productos y para ello vende ideas y estilos de vida que, normalmente se apoyan en relaciones de poder y aquí es donde interviene la cultura de la violación, que también se ha introducido en la publicidad como altavoz para controlar el imaginario colectivo y así perpetuar el sistema de dominación. 


Se reduce a la mujer a partes de su cuerpo convirtiéndola en un mero accesorio decorativo para el producto. Esto la despoja de su humanidad. A veces el producto que se vende ni siquiera tiene relación con la parte del cuerpo de la mujer que se muestra. Esta fragmentación ayuda a que la mujer sea vista como un objeto inanimado que se puede poseer, usar y desechar.

La hipersexualización de las mujeres jóvenes presentadas como recompensa por el consumo de algún producto dirigido al público masculino. La posesión de la mujer se presenta como el resultado de una masculinidad exitosa. 

Se presenta con glamour la vulnerabilidad femenina; posturas imposibles que reflejan debilidad, expresiones de confusión, miedo o terror; mujeres atadas, amordazadas o con los ojos vendados para anunciar productos de belleza o joyería… todo vale para atraer la atención. 

Algunas campañas publicitarias de moda han sido duramente criticadas por utilizar el trauma, normalizando la asociación del sexo con el dolor y la humillación. 

Incluso algunas campañas de prevención financiadas por instituciones han reforzado la cultura de la violación como mensajes sobre conductas que las víctimas deberían evitar como “Vigila tu copa”, “no vayas sola”, “¿Qué pasa si te vistes así para correr?”... Estamos en lo de siempre: nos enfocamos donde no debemos, pongamos el foco en el agresor. Sobre todo desde las instituciones. 

Y no podemos pasar por alto, que a estas alturas aún se siguen mostrando a los hombres en posiciones de poder, reforzando que la masculinidad se define por la dominación y el control sobre las mujeres, y que esto es la base de la violencia sexual. Unido a que se sigue recurriendo al papel de la mujer como el ser que debe ser salvado, protegido o poseído el hombre fuerte y masculino refuerza la subordinación. 


La publicidad, la música, el cine, las series… ninguna causa violencia sexual por sí misma pero todas ellas forman parte de un discurso permanente que manda mensajes a la población para normalizar las dinámicas de poder. Se bombardea a la sociedad con imágenes de mujeres como objetos sexuales sin autonomía. La cultura tiene la capacidad de ir bajando progresivamente el listón de lo que es socialmente aceptable, se transmite un mensaje que valida la violencia sexual como aceptable e incluso deseable. 


La manosfera y en particular los incels (célibes involuntarios) influyen también en la cultura de la violación al normalizar la misoginia y justificar la violencia sexual contra las mujeres. Culpabilizan a las mujeres por sus frustraciones, las ven como manipuladoras e interesadas, creen que existe una conspiración feminista en su contra que alimenta su ira y su victimización. Creen que los avances en los derechos de las mujeres es una amenaza a su masculinidad. Este resentimiento hacia las mujeres se convierte en odio y se traduce en fantasías de violencia y a veces las llevan a la práctica. Deshumanizan a las mujeres, justificando la violencia contra ellas, validan las agresiones y en sus comunidades se dan todo tipo de discursos violentos y la incitación al daño se permite y celebra como una respuesta legítima al “maltrato” que perciben. Su discurso de odio puede saltar de la esfera digital a la violencia real como ya se ha dado en algunos casos de actos de terrorismo y asesinatos masivos (Elliot Rodger en 2014). La manosfera y los incels no solo albergan misoginia sino que la organizan, en una narrativa de victimismo que justifica la agresión contra un sistema social percibido como feminista. La educación y la prevención es la única salida. 

Exigimos la implantación de la coeducación en igualdad desde la más tierna infancia y desmontar bulos dañinos que están colonizando la red y “educando” a nuestra juventud. 


Hablemos también del sistema judicial. El sistema judicial no promueve la cultura de la violación de forma explícita o intencional. Pero ciertas prácticas y percepciones dentro del sistema pueden reforzar, tolerar o ser permisivas con elementos de la cultura de la violación. 

No hace falta ser muy listo para ver la conexión si tenemos siempre en cuenta que la cultura de la violación se refiere a la normalización de la violencia sexual, su justificación o incluso su incentivación.

A menudo, durante la investigación y el juicio se enfatiza excesivamente en el comportamiento, vestimenta o historial sexual de la víctima, en lugar de centrarse en el acusado. Los fiscales, jueces o jurados pueden tener estereotipos o mitos sobre cómo debería ser una “verdadera víctima” (resistirse, denunciar inmediatamente…) si la víctima no encaja en este molde, su credibilidad se desvanece. 

Habitualmente se exige a las víctimas la prueba de que se resistieron o que no dieron un consentimiento entusiasta. Esto hace que la víctima tenga que probar su inocencia en vez de que la justicia se centre en probar la culpabilidad del agresor. 

Las altas tasas de casos de agresión que son desestimados, no investigados o que que se pierden en el “embudo de la justicia” manda el mensaje de que la violencia sexual no se toma en serio. Y si a esto le sumamos las penas leves o la falta de condena en muchos de los casos, la percepción de que hay pocas consecuencias reales por cometer violencia sexual, todo suma una normalización en la cultura de la violación. 

Continuamente se malinterpretan las reacciones de las víctimas y se llega a conclusiones erróneas como falta de veracidad por falta de una capacitación adecuada sobre el trauma sexual en los profesionales. 

Se utiliza un lenguaje insensible, se culpa a la víctima sutilmente, se tiene una actitud escéptica por los agentes judiciales que revictimiza a la víctima y disuade a otras a denunciar. 

Exigimos una capacitación obligatoria sobre el trauma y los sesgos para todo el personal judicial y un cambio cultural que implique centrar el proceso en la conducta del acusado.  



La cultura de la violación es un sistema de pensamiento que valida la violencia sexual . 

Desmantelar la cultura de la violación es una tarea de todos.

Debemos pasar del “¿Qué hizo la víctima para provocarlo? a la pregunta “¿Por qué el agresor eligió ejercer la violencia?”

Solo educando en el respeto, promoviendo la igualdad y exigiendo que la cultura honre la humanidad y la autonomía de cada persona podremos construir una cultura basada en la dignidad y el respeto.  


Recomendaciones:

La cultura de la violación en España: el caso de la manada y su impacto social. María Hidalgo Montenegro. 2021


"Todo es mentira: cultura de la violación, mitos y falsas creencias sobre la violencia sexual contra las mujeres". Bárbara Tardón Recio. 2022. Artículo académico, cuyo PDF puedes encontrar pinchando aquí


25 De Noviembre. Día Internacional Contra la Violencia hacia las mujeres.





 


lunes, 24 de noviembre de 2025

DISHONORED MATRE

Madre nuestra que estás en la tierra. Una eres, infinitamente dividida en la multiplicidad de tus manifestaciones. Santo es tu nombre, Uno. Nosotros, minúsculo e insignificante evento tuyo te dimos muchos nombres: "Pan nuestro de cada día", y también orden, caos, luz, oscuridad, semilla, útero, agua, fuego, paz, guerra, mediadora, compasión, venganza, caldero, forja, poción, copa, hada, bruja, flecha, arco, árbol, flor, planeta, estrella, constelación, galaxia, filosofía, poesía, leenda, loba, vaca, grulla, serpiente, dragona, vida, muerte. Con muchos nombres te hemos reformulado y narrado en nuestros venerados mitos ya casi olvidados. Con ellos relatamos nuestros avatares y aspiraciones y dictamos jerarquías entre nosotros. ¡Oh, si, las jerarquías! Lo último fue contar que eras un varón enojado contigo. ¡Nada menos que contigo!
Borraron tus hazañas, tus nombres y tus cultos. Enterradas quedaron tus representaciones y nosotros y nosotras engañadas, despojadas y aterradas intentamos disimular que alguna vez te habíamos reconocido, percibido o sentido. Aunque, no lo logramos del todo, hay que reconocerlo.
¿Y ahora? ¿Dónde está escrita tu gloria? Los hijos de la palabra olvidaron- o quizá solo siguen disimulando- que tu idioma ya está escrito por tí y que es imborrable y que has inventado una lengua tan rica que eres capaz de combinaciones infinitas y que ya has producido incontables frases, textos, libros y sagas. 
Aún ciegos ante tu incognoscibilidad se han afanado los hombres asustados en desentrañar pedacitos de algún texto tuyo. ¡Cuántas espirales han desenrollado! Y ya se aprestan impacientes a reformular frases para componer versos que calmen su miedo; quién sabe si tú ya cantaste esos versos hace un instante o una eternidad. 
Entre tanto, tú sigues ahí, impertérrita, cual perra, que saciada tras una buena caza, se tumba para dejar mamar a sus cachorros mientras contempla con deleite casi extático el bello ocaso. 
                                                                                    
                                                                                    Chit de Dali.






martes, 28 de octubre de 2025

SOBRE LA PRIMERA OLA

Para situarnos hay que saber en qué contexto nos movemos. Retrocedemos hasta la Edad Media donde había, como ya sabemos tres estamentos: la aristocracia (la que controla el poder y el poder absoluto lo ostenta, por supuesto, el rey); la Iglesia y la plebe, esta última no tenía ni recursos ni derechos. La aristocracia y la plebe se definen por el nacimiento, o sea, si nacías dentro de la aristocracia, morías aristócrata, aunque lo perdieras todo, te quedaba formar parte de la aristocracia . Y si nacías plebeyo, morías plebeyo, aunque se hubiera dado el caso, por ejemplo de plebeyos que formaron parte de la colonización del Nuevo Mundo y volvieran con recursos suficientes. Daba igual, seguías siendo parte de la plebe porque habías nacido plebeyo. “El nacimiento es destino”.


Ya había malestar mucho tiempo antes de iniciarse la revolución. Se estaba gestando algo. Los pensadores, los filósofos ya discutían y se preguntaban cositas. Y hay que destacar que también había mujeres que se planteaban el por qué de su subordinación. Por ejemplo, Christine de Pizan.¿Una ciudad de las damas sin libertad? Escribió La ciudad de las damas en 1405. Y es importante teórica y políticamente en la historia del feminismo para distinguir entre “el memorial de agravios” y la formulación de las vindicaciones feministas de la Ilustración. En otras palabras, ella no vindica a niveles de exigir igualdad de derechos políticos y sociales. Ella buscaba el reconocimiento moral e intelectual de las mujeres.  En aquella época la excepción no suponía un problema, aún no se habían acuñado términos como universalización, ciudadanía, sujeto de derecho… para poder reclamar los memoriales de agravios en vindicaciones, exigencias o demandas. Además no llegó a cuestionarse la jerarquía sexual o la división sexual del trabajo, por ejemplo. 


“Si la costumbre fuera a mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y sutilezas de todas las artes y ciencias”


Y François Poullain de la Barre filósofo que apeló a la reforma de las costumbres y la inclusión de las mujeres . Escribió La educación de las damas para la formación del espíritu en las ciencias y en las costumbres en 1674. Su primera obra, De la igualdad de la sexos, podría resumirse así: el prejuicio relacionado con la desigualdad entre los sexos es el más obstinado y ancestral y si podemos refutarlo lo podremos hacer con todos los demás:


“Nos ha parecido que lo mejor sería elegir un tema determinado y explosivo en el que todos estuvieran interesados; luego de haber demostrado que un sentimiento tan viejo como el mundo, tan extendido y amplio como la propia tierra y tan universal como el género humano es un prejuicio o un error, los sabios podían convencerse por fin de la necesidad de juzgar las cosas por uno mismo después de haberlas examinado detenidamente, y de no remitirse en modo alguno a la opinión ni a la buena fe de los demás, si queremos evitar ser engañados. Entre todos los prejuicios, ninguno hemos podido observar que fuera más apto para nuestro empeño que aquél que comúnmente se tiene sobre la desigualdad de ambos sexos”.  


Pero volvamos a la Revolución.

Los que no tenían recursos estaban hartos de los que sí y empiezan una serie de revueltas que derivan en la Revolución Francesa, que da pie a la Ilustración en Francia, luego se extendió a Inglaterra y a Alemania. Se empieza a elaborar ideas para destruir la sociedad estamental, como la idea de la igualdad, la universalización de los derechos, el concepto de ciudadano, sujeto político, individuo… Los estamentos, por supuesto, caen.


Nace la modernidad. Y habla de igualdad. Todos nacemos libres y nacemos iguales. La misma idea de la igualdad es una idea radicalmente revolucionaria. 

Los filósofos de la época discuten ampliamente conceptos como el sujeto, la igualdad, el contrato… lo de los filósofos es muy fuerte. Resulta que el corazón de la Ilustración, de la modernidad, de la Revolución Francesa, es “libertad, igualdad y fraternidad”. Exacto: fraternidad. ¿Libertad e igualdad para todos? ¿Para todos los seres humanos? Pues si, para todos los seres humanos y ¿a que no sabes quienes no fueron considerados seres humanos? Exacto: las mujeres. Por supuesto que esto no era nuevo. Pero claro, las mujeres, que habían participado activamente en las movidas para terminar los estamentos de la Edad Media y el absolutismo, (las marchas del pan) y la toma de la Bastilla, por ejemplo, que se habían jugado el pellejo y el pan en la revolución, fueron excluidas como venía siendo a lo largo de la historia. Pero esta vez, las mujeres, que fueron conscientes del cambio de orden, querían formar parte, claro que querían formar parte del nuevo orden social. Y ser una parte implicada y participativa. Pero no hubo manera. Hubo avances enormes para la vida de los hombres, pero las mujeres siguieron relegadas al ámbito privado. Al hogar. 


Pero no vayas a pensar que callaron. Para nada. Olympe de Gouges escribió la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana en 1791, donde reivindica que la mujer sea libre e igual a los hombres en derechos. Lo escribe en respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa y que es uno de los muchos documentos que fundamentan la Revolución Francesa y se la considera la precursora de la Carta de los Derechos Humanos pero deja fuera a la mujer. Porque se acogen a la doctrina de los derechos naturales, ya que se consideraba que la naturaleza femenina estaba marcada, que la naturaleza decía que la mujer estaba hecha para cuidar de la casa y de los hijos, no para la vida pública y política, eso era cosa de hombres. 


El período de El Terror fue un período de extrema violencia y represión durante la Revolución Francesa. Hubo ejecuciones masivas de miles de personas consideradas enemigos de la Revolución. Y una de las damnificadas fue Olympe de Gouges, en 1793, después de un juicio en el que no tuvo ni abogado aunque ella se defendió con valor e inteligencia.


Vamos a recoger las citas más célebres de Olympe de Gouges, por supuesto: 


“El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres! ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas?”


“Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la Tribuna”


“Hombre. ¿Eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta; por lo menos no le privarás ese derecho. Dime, ¿Qué te da imperio soberano para oprimir a mi sexo?”


“La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos; todas las Ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que de sus virtudes y sus talentos”.


“¿Qué os queda entonces? La convicción de las injusticias del hombre”.


“El matrimonio es una tumba para el amor”



Otra de las mujeres protagonistas de esta primera ola del feminismo fue Mary Wollstonecraft. Era británica de clase media acomodada en una familia disfuncional. Hija de un padre alcohólico, violento y ludópata; el perfecto maltratador. Ella nunca quiso formar una familia porque, evidentemente tenía una mala opinión de ella. Huye de su casa y, al no poder acceder a los estudios, solo puede optar a trabajar como dama de compañía. Aprende a leer y a escribir y leer sin descanso. Tiene una sed infinita de conocimiento. Quería ser maestra porque creía firmemente en que la educación era una herramienta de transformación social. Nunca abandonó su voluntad de cumplir sus objetivos. 


Entró en contacto con un grupo de intelectuales llamados Círculo de los Radicales. Tenían como objetivo que se produjese una revolución como la francesa en Inglaterra aunque como había demasiada represión, fue imposible. 


Hace intercambios intelectuales con ellos y en ese contexto escribe Vindicación de los derechos de la Mujer. Desea ir a Francia porque quiere vivir la revolución y llega a París un año antes del Terror(1792). Pero en París se enamora de la persona menos adecuada: un norteamericano comerciante con el que vive tres meses intensamente mientras suceden las ejecuciones. Se queda embarazada y él empieza a cansarse, se va a Inglaterra y ella va detrás de él. Se intenta suicidar dos veces porque en su tiempo era terrible estar soltera y embarazada. A pesar de todo, tiene a su hija, Fanny y solo es apreciada por el Círculo de los Radicales. Vuelve a enamorarse, esta vez de uno de ellos. Este se hace caro de su hija y se casan bajo presión familiar. Se queda embarazada de nuevo, de su segunda hija, Mary Shelley, diez días después muere de una septicemia a los 38 años.Su marido recopila todos sus escritos, incluída toda su correspondencia y su imagen es criminalizada por la sociedad porque se dieron cuenta de que fue libre y siempre hizo lo que quiso. 


Uno de los temas que trata en Vindicación de los Derechos de la Mujer es que la sociedad patriarcal (aunque el concepto “patriarcado” aún no se ha acuñado) produce en las mujeres una segunda naturaleza, refiriéndose al género. 


Vindicación de los Derechos de la Mujer tuvo una clara influencia en la obra Frankenstein de su hija Mary Shelley.


Citas célebres de Mary Wollstonecraft: 


“No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”.

“Enseñadas desde la infancia que la belleza es el centro de la mujer, la mente se amolda al cuerpo, y vagando por su jaula dorada, solo busca adornar su prisión”

“La mujer, sea esclava o reina, pronto es menospreciada cuando no adorada. Pero como la adoración llega primero, no se prevé el menosprecio”. 




Y…¿sobre qué discutían los filósofos de la Ilustración? Pues en la época de la razón y de los derechos humanos la discusión era que, si todos los “hombres” (seres humanos) nacen libres e iguales…¿por qué las mujeres están excluidas de la esfera pública (la política, la educación, etc.)?


Había dos bandos: los más conservadores, que se basaban en la naturaleza para justificar esa exclusión (la mujer era emocional, sensible y tenía un instinto para la maternidad y el cuidado y por ellos no estaba capacitada para la esfera pública porque su destino natural era ser esposa y madre) y los más igualitarios que denunciaban la hipocresía de los ilustrados.


Evidentemente (y así nos fue) la postura dominante fue la de la exclusión basada en la “naturaleza”. Rousseau y Kant fueron los que más hicieron por legitimar esta exclusión. Argumentaban que la mujer, al estar dominada por lo emocional no estaba capacitada para la “genialidad” en la esfera pública. Esposa, madre, educadora de los futuros ciudadanos y una virtuosa en el ámbito doméstico. Y luego aparece Rousseau con su obra Emilio que mantiene que la mujer debe ser educada para agradar y servir al hombre y para cumplir su función reproductiva y eso mismo la hacía estar fuera de la ciudadanía plena. Cita de Rousseau: “la mujer está hecha especialmente para agradar al hombre. Su función principal es hacer fácil y agradable la vida de los hombres”


Dentro del bando de los más igualitarios, que los hubo, y tuvieron el valor de aplicar la lógica ilustrada de la razón y la igualdad, tenemos a Condorcet. Este filósofo y matemático denunció la exclusión femenina de la ciudadanía como un acto de violación de los principios de una república, mantenía que una constitución no puede llamarse republicana si no incluye a todos. 

También tenemos a Olympe de Gouges, de la que hemos hablado hace un rato y Mary Wollstonecraft, que refutó hasta quedarse bien a gusto al misógino de Rousseau. Te dejo un artículo sobre ese debate. Debates en torno a la educación y al orden de género en las obras de Mary Wollstonecraft y Jean Jacques Rousseau 


Él dijo que la mujer es inferior por naturaleza. 

Ella dijo que la supuesta inferioridad de la mujer es consecuencia de su falta de educación, no de la naturaleza. 

Él dijo que la mujer debe ser educada para agradar al hombre.

Ella dijo que las mujeres deben recibir una educación racional para desarrollar su mente, su virtud y convertirse en compañeras racionales de sus maridos y en miembros útiles de la sociedad. 

Él dijo que las mujeres pertenecen a la esfera privada. 

Ella dijo que al negarle una educación igual, la sociedad condena a las mujeres a la ignorancia y las convierte en miembros débiles e inútiles, perdiendo su potencial moral y racional.


Ya, ya sé que le estáis haciendo la ola a doña Mary Wollstonecraft y no es para menos. Yo tambíen, lo confieso.  Las paradojas de la igualdad en Rousseau


Y así, mientras la mayoría de los señores ilustrados usaba la “naturaleza” para confinar a la mujer al hogar y negarle la ciudadanía, una minoría radical usó los principios de la Razón y la Libertad para fundar la primera ola del feminismo y exigir la plena incorporación de la mujer a la vida pública. 


Y en eso estamos, compañeras. Como bien dijo Amelia Valcárcel: “el feminismo es el hijo no deseado de la Ilustración”. Y que fueran unos misóginos recalcitrantes no significa que no tengamos que agarrarnos con uñas y dientes a todos esos conceptos que nacieron en aquella época y que son fundamentales para nuestra lucha: “ciudadano”, “sujeto de derecho”, “la razón” y sobre todo la “universalización de los derechos”. Libres e iguales. 


El “ciudadano universal”, concepto con el que se llenaban la boca, era un varón. Está claro.