Para situarnos hay que saber en qué contexto nos movemos. Retrocedemos hasta la Edad Media donde había, como ya sabemos tres estamentos: la aristocracia (la que controla el poder y el poder absoluto lo ostenta, por supuesto, el rey); la Iglesia y la plebe, esta última no tenía ni recursos ni derechos. La aristocracia y la plebe se definen por el nacimiento, o sea, si nacías dentro de la aristocracia, morías aristócrata, aunque lo perdieras todo, te quedaba formar parte de la aristocracia . Y si nacías plebeyo, morías plebeyo, aunque se hubiera dado el caso, por ejemplo de plebeyos que formaron parte de la colonización del Nuevo Mundo y volvieran con recursos suficientes. Daba igual, seguías siendo parte de la plebe porque habías nacido plebeyo. “El nacimiento es destino”.
Ya había malestar mucho tiempo antes de iniciarse la revolución. Se estaba gestando algo. Los pensadores, los filósofos ya discutían y se preguntaban cositas. Y hay que destacar que también había mujeres que se planteaban el por qué de su subordinación. Por ejemplo, Christine de Pizan.¿Una ciudad de las damas sin libertad? Escribió La ciudad de las damas en 1405. Y es importante teórica y políticamente en la historia del feminismo para distinguir entre “el memorial de agravios” y la formulación de las vindicaciones feministas de la Ilustración. En otras palabras, ella no vindica a niveles de exigir igualdad de derechos políticos y sociales. Ella buscaba el reconocimiento moral e intelectual de las mujeres. En aquella época la excepción no suponía un problema, aún no se habían acuñado términos como universalización, ciudadanía, sujeto de derecho… para poder reclamar los memoriales de agravios en vindicaciones, exigencias o demandas. Además no llegó a cuestionarse la jerarquía sexual o la división sexual del trabajo, por ejemplo.
“Si la costumbre fuera a mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y sutilezas de todas las artes y ciencias”
Y François Poullain de la Barre filósofo que apeló a la reforma de las costumbres y la inclusión de las mujeres . Escribió La educación de las damas para la formación del espíritu en las ciencias y en las costumbres en 1674. Su primera obra, De la igualdad de la sexos, podría resumirse así: el prejuicio relacionado con la desigualdad entre los sexos es el más obstinado y ancestral y si podemos refutarlo lo podremos hacer con todos los demás:
“Nos ha parecido que lo mejor sería elegir un tema determinado y explosivo en el que todos estuvieran interesados; luego de haber demostrado que un sentimiento tan viejo como el mundo, tan extendido y amplio como la propia tierra y tan universal como el género humano es un prejuicio o un error, los sabios podían convencerse por fin de la necesidad de juzgar las cosas por uno mismo después de haberlas examinado detenidamente, y de no remitirse en modo alguno a la opinión ni a la buena fe de los demás, si queremos evitar ser engañados. Entre todos los prejuicios, ninguno hemos podido observar que fuera más apto para nuestro empeño que aquél que comúnmente se tiene sobre la desigualdad de ambos sexos”.
Pero volvamos a la Revolución.
Los que no tenían recursos estaban hartos de los que sí y empiezan una serie de revueltas que derivan en la Revolución Francesa, que da pie a la Ilustración en Francia, luego se extendió a Inglaterra y a Alemania. Se empieza a elaborar ideas para destruir la sociedad estamental, como la idea de la igualdad, la universalización de los derechos, el concepto de ciudadano, sujeto político, individuo… Los estamentos, por supuesto, caen.
Nace la modernidad. Y habla de igualdad. Todos nacemos libres y nacemos iguales. La misma idea de la igualdad es una idea radicalmente revolucionaria.
Los filósofos de la época discuten ampliamente conceptos como el sujeto, la igualdad, el contrato… lo de los filósofos es muy fuerte. Resulta que el corazón de la Ilustración, de la modernidad, de la Revolución Francesa, es “libertad, igualdad y fraternidad”. Exacto: fraternidad. ¿Libertad e igualdad para todos? ¿Para todos los seres humanos? Pues si, para todos los seres humanos y ¿a que no sabes quienes no fueron considerados seres humanos? Exacto: las mujeres. Por supuesto que esto no era nuevo. Pero claro, las mujeres, que habían participado activamente en las movidas para terminar los estamentos de la Edad Media y el absolutismo, (las marchas del pan) y la toma de la Bastilla, por ejemplo, que se habían jugado el pellejo y el pan en la revolución, fueron excluidas como venía siendo a lo largo de la historia. Pero esta vez, las mujeres, que fueron conscientes del cambio de orden, querían formar parte, claro que querían formar parte del nuevo orden social. Y ser una parte implicada y participativa. Pero no hubo manera. Hubo avances enormes para la vida de los hombres, pero las mujeres siguieron relegadas al ámbito privado. Al hogar.
Pero no vayas a pensar que callaron. Para nada. Olympe de Gouges escribió la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana en 1791, donde reivindica que la mujer sea libre e igual a los hombres en derechos. Lo escribe en respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa y que es uno de los muchos documentos que fundamentan la Revolución Francesa y se la considera la precursora de la Carta de los Derechos Humanos pero deja fuera a la mujer. Porque se acogen a la doctrina de los derechos naturales, ya que se consideraba que la naturaleza femenina estaba marcada, que la naturaleza decía que la mujer estaba hecha para cuidar de la casa y de los hijos, no para la vida pública y política, eso era cosa de hombres.
El período de El Terror fue un período de extrema violencia y represión durante la Revolución Francesa. Hubo ejecuciones masivas de miles de personas consideradas enemigos de la Revolución. Y una de las damnificadas fue Olympe de Gouges, en 1793, después de un juicio en el que no tuvo ni abogado aunque ella se defendió con valor e inteligencia.
Vamos a recoger las citas más célebres de Olympe de Gouges, por supuesto:
“El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas. Pero una vez en libertad, ha sido injusto con su compañera. ¡Oh, mujeres! ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas?”
“Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la Tribuna”
“Hombre. ¿Eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta; por lo menos no le privarás ese derecho. Dime, ¿Qué te da imperio soberano para oprimir a mi sexo?”
“La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos; todas las Ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que de sus virtudes y sus talentos”.
“¿Qué os queda entonces? La convicción de las injusticias del hombre”.
“El matrimonio es una tumba para el amor”
Otra de las mujeres protagonistas de esta primera ola del feminismo fue Mary Wollstonecraft. Era británica de clase media acomodada en una familia disfuncional. Hija de un padre alcohólico, violento y ludópata; el perfecto maltratador. Ella nunca quiso formar una familia porque, evidentemente tenía una mala opinión de ella. Huye de su casa y, al no poder acceder a los estudios, solo puede optar a trabajar como dama de compañía. Aprende a leer y a escribir y leer sin descanso. Tiene una sed infinita de conocimiento. Quería ser maestra porque creía firmemente en que la educación era una herramienta de transformación social. Nunca abandonó su voluntad de cumplir sus objetivos.
Entró en contacto con un grupo de intelectuales llamados Círculo de los Radicales. Tenían como objetivo que se produjese una revolución como la francesa en Inglaterra aunque como había demasiada represión, fue imposible.
Hace intercambios intelectuales con ellos y en ese contexto escribe Vindicación de los derechos de la Mujer. Desea ir a Francia porque quiere vivir la revolución y llega a París un año antes del Terror(1792). Pero en París se enamora de la persona menos adecuada: un norteamericano comerciante con el que vive tres meses intensamente mientras suceden las ejecuciones. Se queda embarazada y él empieza a cansarse, se va a Inglaterra y ella va detrás de él. Se intenta suicidar dos veces porque en su tiempo era terrible estar soltera y embarazada. A pesar de todo, tiene a su hija, Fanny y solo es apreciada por el Círculo de los Radicales. Vuelve a enamorarse, esta vez de uno de ellos. Este se hace caro de su hija y se casan bajo presión familiar. Se queda embarazada de nuevo, de su segunda hija, Mary Shelley, diez días después muere de una septicemia a los 38 años.Su marido recopila todos sus escritos, incluída toda su correspondencia y su imagen es criminalizada por la sociedad porque se dieron cuenta de que fue libre y siempre hizo lo que quiso.
Uno de los temas que trata en Vindicación de los Derechos de la Mujer es que la sociedad patriarcal (aunque el concepto “patriarcado” aún no se ha acuñado) produce en las mujeres una segunda naturaleza, refiriéndose al género.
Vindicación de los Derechos de la Mujer tuvo una clara influencia en la obra Frankenstein de su hija Mary Shelley.
Citas célebres de Mary Wollstonecraft:
“No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”.
“Enseñadas desde la infancia que la belleza es el centro de la mujer, la mente se amolda al cuerpo, y vagando por su jaula dorada, solo busca adornar su prisión”
“La mujer, sea esclava o reina, pronto es menospreciada cuando no adorada. Pero como la adoración llega primero, no se prevé el menosprecio”.
Y…¿sobre qué discutían los filósofos de la Ilustración? Pues en la época de la razón y de los derechos humanos la discusión era que, si todos los “hombres” (seres humanos) nacen libres e iguales…¿por qué las mujeres están excluidas de la esfera pública (la política, la educación, etc.)?
Había dos bandos: los más conservadores, que se basaban en la naturaleza para justificar esa exclusión (la mujer era emocional, sensible y tenía un instinto para la maternidad y el cuidado y por ellos no estaba capacitada para la esfera pública porque su destino natural era ser esposa y madre) y los más igualitarios que denunciaban la hipocresía de los ilustrados.
Evidentemente (y así nos fue) la postura dominante fue la de la exclusión basada en la “naturaleza”. Rousseau y Kant fueron los que más hicieron por legitimar esta exclusión. Argumentaban que la mujer, al estar dominada por lo emocional no estaba capacitada para la “genialidad” en la esfera pública. Esposa, madre, educadora de los futuros ciudadanos y una virtuosa en el ámbito doméstico. Y luego aparece Rousseau con su obra Emilio que mantiene que la mujer debe ser educada para agradar y servir al hombre y para cumplir su función reproductiva y eso mismo la hacía estar fuera de la ciudadanía plena. Cita de Rousseau: “la mujer está hecha especialmente para agradar al hombre. Su función principal es hacer fácil y agradable la vida de los hombres”
Dentro del bando de los más igualitarios, que los hubo, y tuvieron el valor de aplicar la lógica ilustrada de la razón y la igualdad, tenemos a Condorcet. Este filósofo y matemático denunció la exclusión femenina de la ciudadanía como un acto de violación de los principios de una república, mantenía que una constitución no puede llamarse republicana si no incluye a todos.
También tenemos a Olympe de Gouges, de la que hemos hablado hace un rato y Mary Wollstonecraft, que refutó hasta quedarse bien a gusto al misógino de Rousseau. Te dejo un artículo sobre ese debate. Debates en torno a la educación y al orden de género en las obras de Mary Wollstonecraft y Jean Jacques Rousseau
Él dijo que la mujer es inferior por naturaleza.
Ella dijo que la supuesta inferioridad de la mujer es consecuencia de su falta de educación, no de la naturaleza.
Él dijo que la mujer debe ser educada para agradar al hombre.
Ella dijo que las mujeres deben recibir una educación racional para desarrollar su mente, su virtud y convertirse en compañeras racionales de sus maridos y en miembros útiles de la sociedad.
Él dijo que las mujeres pertenecen a la esfera privada.
Ella dijo que al negarle una educación igual, la sociedad condena a las mujeres a la ignorancia y las convierte en miembros débiles e inútiles, perdiendo su potencial moral y racional.
Ya, ya sé que le estáis haciendo la ola a doña Mary Wollstonecraft y no es para menos. Yo tambíen, lo confieso. Las paradojas de la igualdad en Rousseau
Y así, mientras la mayoría de los señores ilustrados usaba la “naturaleza” para confinar a la mujer al hogar y negarle la ciudadanía, una minoría radical usó los principios de la Razón y la Libertad para fundar la primera ola del feminismo y exigir la plena incorporación de la mujer a la vida pública.
Y en eso estamos, compañeras. Como bien dijo Amelia Valcárcel: “el feminismo es el hijo no deseado de la Ilustración”. Y que fueran unos misóginos recalcitrantes no significa que no tengamos que agarrarnos con uñas y dientes a todos esos conceptos que nacieron en aquella época y que son fundamentales para nuestra lucha: “ciudadano”, “sujeto de derecho”, “la razón” y sobre todo la “universalización de los derechos”. Libres e iguales.
El “ciudadano universal”, concepto con el que se llenaban la boca, era un varón. Está claro.
4 comentarios:
Maravilloso, todo lo que me hubiese gustado que me contasen sobre la primera ola feminista.
Esclarecedor y muy ameno. Gracias
Desde mi punto de vista basado en la teoría de Touraine sobre la acción colectiva como motor de los movimientos sociales, con la Ilustración no empieza la primera ola feminista. Hay voces precursoras feministas como las nombradas. La primera ola será la del movimiento sufragista, en torno a los derechos de ciudadanía y que toma su nombre por la mas importante de las reivindicaciones: el derecho al voto.
Existen discrepancias, si, sobre las olas. Gracias por leer y comentar 💜
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